
CON OPTIMISMO. El alemán Bernd Newman, que corre con el equipo de Honduras, llegó a la meta en el puesto 65, a 20 minutos y 12 segundos del ganador, Paulo Vargas. Él espera colocarse entre los 15 mejores.
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Ecologista en la ruta
Bernd Newman es el ciclista de más edad en la Vuelta
Luis Castrillo Marín
Para
La Nación
Limón. Las pasiones del hombre más viejo de la Vuelta siempre se han movido entre la preocupación por la protección de los bosques y el amor al deporte de los pedales.
Sobre esos dos pilares Bernd Newman, nacido el 9 de febrero de 1949 en Augsburg -región ubicada al sur de Alemania-, construyó su vida, en la que siempre ha mantenido un estrecho vínculo con la cultura latinoamericana, pues su esposa Lili es de nacionalidad peruana.
El germano se desempeña como asesor de la Escuela Nacional de Ciencias Forestales en Siguatepeque, una zona situada en el centro de Honduras.
En esa academia, que cuenta con el apoyo de la Agencia de Cooperación Alemana (GTZ, por sus siglas en inglés) entre otros organismos, Newman contribuye a capacitar jóvenes que llegan desde México, Centroamérica y Ecuador.
Graduado como ingeniero forestal en la Universidad de Götten -en su país natal-, es padre de dos niñas: Isabela, de 14 años y Laura, de año y medio.
Pasos iniciales
Su primera participación en el ciclismo se remonta 25 años atrás, cuando el técnico alemán Wilfred Wimer lo llamó para integrar la selección juvenil de Baja Sajonia, con la que ganó varios primeros lugares en diversos giros. Además ha corrido en España y Francia.
"Los dos grandes intereses de mi vida han sido los temas relacionados con la protección de los árboles junto con el ciclismo. Cuando comencé en este deporte no se había profesionalizado tanto como ahora, por eso siempre corrí como aficionado y nunca pude cumplir mi sueño de hacerlo como profesional", señaló Newman.
Desde su llegada a tierras catrachas, hace cinco años, de inmediato empezó a ligarse con la comunidad de ciclistas de ese país, a la que ha tratado de ayudar con sus consejos.
"He intentado aportar algo al ciclismo hondureño, que está empezando a evolucionar de manera positiva pues hay muchos jóvenes de talento. Claro que aún no estamos el mismo nivel de Costa Rica y Guatemala, pero hay pasos firmes hacia adelante."
La década de 1960 fue una de sus mejores épocas como ciclista. En 1969 llegó a ocupar el lugar número 22 en el ranking del campeonato alemán de ese año.
"En esta Vuelta a Costa Rica me fijé como meta ir entre los primeros 15 y tratar de sacar provechó en la partes planas para llegar a la meta final en una posición aceptable."
Hace tres años corrió la Vuelta a Guatemala y durante varias etapas logró quedar en la clasificación de regularidad en lugares que oscilaban entre el octavo y noveno puesto, hecho que él mismo califica como "todo un éxito".
De su primera experiencia en un giro a Costa Rica, afirmó sentirse más que satifecho, pues no solo logró entrar en buena forma a la meta en Limón, sino que también sobrepasó a otros corredores que perfectamente podrían ser sus hijos.
"Me sentí bien, incluso logré dejar botados a mis compatriotas que vienen con el equipo alemán... qué más se puede pedir", dijo una vez que cruzó la línea de llegada, mientras sus compañeros hondureños le palmoteaban el hombro en señal de respeto y solidaridad.
El cronómetro
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